Sobre diferentes temas de la actualidad, la cultura, literatura, arte, naturaleza y estilo de la gente de este país al que los finlandeses llaman en su lengua materna SUOMI.
En Finlandia hay como medio millón de casas de campo. La cifra es alta teniendo en cuenta que la población de Finlandia es solamente de unos 5 millones y medio de habitantes.
La típica casa de campo finlandesa es sencilla y construida, generalmente, de madera y con pocas comodidades, por ejemplo sin inodoros y a veces hasta sin agua potable y calefacción.
Las apariencias engañan porque es bastante espaciosa,
Hoy en día hay quienes construyen casas de campo muy modernas, con todas las comodidades de una casa de ciudad y donde se puede vivir durante todo el año.
El típico muelle para esperar la tarde, pescar, saltar al agua o simplemente para tomar sol.
Lo típico es que la casa de campo esté a orillas del mar o de un lago y sea usada solamente en verano, durante las vacaciones o fines de semana.
Ayer fui a una casa de campo (en la primera foto), propiedad de la Asociación de Estudiantes del Instituto para Adultos de Karkkila. La casa fue construida ya hace como unos 50 años o más. Como casi en todas las propiedades privadas veraniegas, a orillas del hermoso lago habían construido una sauna. Dicen que a esa sauna se puede ir todos los miércoles pagando solamente dos euros. Además, la casa de campo puede ser alquilada.
A la izquierda se ve una parte de la sauna y a la drecha una parrilla rústica de piedra.
Me gusto mucho ese lugar escondido en un hermoso bosque de pinos.
El grupo Pertti Kurikan Nimipäivät (PKN), orgullo del Festival Eurovisión de Finlandia, hizo presentaciones la semana pasada en cárceles. Los muchachos fueron también a Hämeenlinna. Puedes leer en finés sobre el concierto de Hämeenlinna en este enlace:
Lo esencial es que grupos marginales (discapacitados y presos) se encontraron. La sociedad no es fácil ni para los discapacitados ni para los encarcelados. Cada uno de nosotros puede pensar en las causas por las que a los que viven en la marginalidad no se les acepta en la sociedad.
PKN ha demandado libertad en público y ha protestado en contra de la exclusión de las personas. Por otro lado, en Finlandia se ha exigido más disciplina, encarcelación y se ha limitado el traspaso de las fronteras físicas y morales.
La política encarcelaria humana nórdica tiene una oposición exigente. Sea el objetivo de esta oposición el que sea, podemos estar ante cambios. Y algunos de nosostros deseamos que los marginados no sean recluidos a una mayor marginación.
El miércoles, al final de ese concierto voluntario en la cárcel de Hämeenlinna el batería de PKN, Toni Välitalo, recordó a los encarcelados que a él le habían robado su bicicleta y dijo que se la podrían devolver. Por un momento, el público guardó silencio, después de las palabras de Valitalo y luego se escucharon risas y aplausos.
He recibido más noticias desde Hämeenlinna. Los presos han hecho una recolecta y al parecer, le van a compra a Välitalo una bicicleta nueva. Cuando los marginados apoyan a otros marginados, cada uno de nosotros tiene motivos para creer en el triunfo de la humanidad.»
A mí me ha fascinado esta noticia. Además es la primera vez que un grupo musical de minusválidos es elegido para representar a su país en Eurovisión y es la primera vez que en ese festival se escuchará música punk.
Aquí el video de la canción «Aina mun pitää», cuya traducción literal es «Siempre tengo que.»
El viernes 28 de febrero fue el Día de la Cultura finlandesa o Día del Kalevala. El Kalevala es la epopeya nacional de Finlandia.
Vamos a dejar a un lado al Kalevala. Nunca es tarde para decir algo sobre la cultura de este hermoso país. Sin embargo, sería demasiado atrevido definir lo que significa ser finlandés. No obstante, en estos 20 años que llevo en Finlandia, he notado algunos rasgos más frecuentes en la gente de esta tierra que en la gente de otras partes del mundo.
Si hay algo con lo que uno se topa con frecuencia en Finlandia, es con la honestidad, con la sinceridad de la gente. Esto no quiere decir que todos y todas sean así. Lo que pasa es que con más frecuencias que en otros lados del mundo, uno experimenta eso de que hay personas honestas.
Les pongo un jemplo: una vez en el bachillerato de mi hija, en Karkkila, a ella se le cayeron del bolsillo diez euros que los necesitaba para pagar algo. Volvió a casa triste por la pérdida. Al siguiente día al volver al centro de estudio me llamó por teléfono muy alegre para decirme que otro u otra jóven había encontrado el dinero en el piso y lo había llevado a la oficina de información para que le avisaran al dueño del dinero. No creo que eso suceda en muchas partes del mundo.
Eso no es todo. Aquí existe la buenísima costumbre de que cuando la gente dice algo, es eso y no otra cosa. Si alguien te promete hacer algo, eso se hace y uno puede confiar en las demás personas. Eso pasa en casa, en los centros de trabajo y durante el tiempo libre. Si quieres perder la confianza y tener muy mala fama, lo pudes conseguir con mucha facilidad mintiendo. De ninguna manera recomiendo eso con los finlandes, sino todo lo contrario.
Si así fuera en otra partes del mundo, las cosas irían en un mejor rumbo que hoy.
El Día del Kalevala se hiza la bandera y asumí la tarea de tomarle fotos a la bandera en lugares conocidos y curiosos.