Hoy me puse a ver unas fotos de hace 10 año y parecía verano. Ahora no esperábamos el verano sino la primavera, pero hoy al despertarnos encontramos que había caído una buena nevada, una de esas nevadas como de enero.
Aquí un par de fotos para que te refresques, si es que estás en el trópico o en otro lugar caluroso.
Cerca de mi casa hay un cobertizo o almacén, tan amarillo como el sol. Allí vi este pino medio doblado por el peso de la nieve.
También vi árboles tan cubiertos de nieve, como sobrillas, pero hoy no era posible acampar debajo de sus ramas, por el viento, a no ser para sentir caer la nieve en la cara.
A veces un buen baño de nieve no es nada malo porque podría despertarte o hacerte pensar en lo hermoso que es ver, sentir y vivir. Hoy, viendo pajaritos en la nieve, pensaba que lo que vale es luchar y virvir cada instante de la mejor manera. Este herrillero comun (Cyanistes caeruleus), de la foto de abajo, no estaba solo, tenía compañía.
La vida es respirar, llorar y reir con nuestros seres queridos, y aunque parezca un simple cliché también amar.