Hoy sería un viernes de esos cualquiera, alegres y esperanzadores, un viernes de esos con los que comenzamos el fin de semana, si no fuera porque hoy cumplo años.
En años anteriores respondo a cada una de las felicitaciones que me envían, pero esta vez hasta ahora tengo tiempo de sentarme a escribir y decidí contar en fotos como ha sido este día. En realidad que la mejor fiesta anda conmigo por lo que siento por cada detalle de mis amigos y familiares.
Por la mañana, entre otras cosas, planificamos el piso de uno de los cuartos. Le vamos a poner lozas. Estamos construyendo nuestra casa. Ya muchos amigos lo saben. No es un secreto. Nosotros mismos hacemos todo lo que podemos.
Los niños pasaron la mañana en el patio jugando y entre juego y carreras, de vez en cuando se sentaban en una hamaca.
Luego fuimos a Karkkila, una pintoresca ciudad que está a unos 8 quilómetros. Allí hay todo lo necesario para pasar un buen fin de semana.
Pasamos por la hermosa biblioteca instalada en el edificio de una antigua fábrica. Vean que construcción más hermosa.
Me encanta el verdor de la naturaleza. Vale la pena destacar el excelente servicio que allí ofrecen y, como buena sorpresa, noté que han instalado equipos nuevos para prestar y devolver libros de forma automática.
Después pasamos por el mercado. Lo que me llamó la atención fueron las bellas flores del cementerio central, justo en los alrededores de la Iglesia de Karkkila. La misma iglesia sobre la que ya había escrito una vez.
Después del mercado nos fuimos a un supermercado a comprar lo necesario. Al salir de allí el día soleado y caluroso se había perdido. Al subir al coche nos esperaba una tormenta con cupiosa lluvia, truenos y relámpagos.
La visibilidad era malísima.
Al volver a Ikkala ya hacía sol. Es que en Ikkala siempre hace sol. Por lo menos para mí. 🙂
Llueva o no, el trabajo no para.
Por la tarde me puse ha hacer mis cosas. En el patió trasladé unas plantas y con la máquina hice unos pot-holders (tomacacerolas o trapos) para mi cuñada. Los primeros me quedaron un poco feos (con sinceridad. :)) pero los dos últimos ya no me dan vergüenza. 🙂
Siempre hay que acordarse de dar y no sólo recibir… También cuando uno cumple un año más. La vida es siempre motivo de fiesta.
En finlandés: Kuvia syntymäpäivästä