Ya he contado, con anterioridad, sobre los ruibarbos (Rheum rhabarbarum) y la relación de este producto natural con mi buen vecino.
Hace dos días mi vecino vino, otra vez, con un buen manojo de ruibarbos. Son los primero ruibarbos del año.
Hicimos una torta que se acabó en un santiamén.
Además, los niños ayudaron a cortar los tallos en trocitos delgados e hicimos una jalea o sopa que comimos con helado de vainilla. La verdad que es un delicioso manjar y una mera bomba de vitaminas.
La voluntad de compartir mejora la vida de los que nos rodean. No creo en eso de ganadores y perdedores cuando se trata de relaciones sociales.
Todos ganamos cuando influimos positivamente en la buena vida de las personas. La calidad de la vida no se mide con lujos sino con el cariño por lo que tienes y con la satisfacción de lo que tienes.
¡Abrazos!