Dicen que no todo lo que brilla es oro y eso es muy cierto cuando en verano miramos los campos cubiertos de hermosos lupinos o chochos.
A pesar de que son flores hermosísimas y vistosas, no son tan inofensivas a como parecen. Tienen raíces muy fuertes y vitales y una capacidad de reproducción increíble. Si un verano ves uno florecer, al año siguiente verás muchos más.
Los lupinos forman amplios y densos grupos, impidiendo que crezcan otras plantas autóctonas. Además la flor de los lupinos atraen insectos, engañándolos con sus vivos colores, no obstante, por ejemplo, las mariposas no pueden obtener alimentos de las flores. Por más que los insectos viuelen de una flor a otra, no obtienen alimentos porque las flores permanecen cerradas.
Es necesario advertir que los lupinos que crecen al lado de los caminos no son comestibles, todo lo contrario. El lupino que se usa en la cocina es otro.
Se cree que los lupinos fueron introducidos a Finlandia a finales del 1800, como plantas ornamentales.
Ha sido ineteresante leer que no solamente en Finlandia despierta preocupación la proliferación de los lupinos. También en América del Sur se han expandido y es una pena.
Si ves lupinos, arráncalos de tallo y si vuelven a aparecer, arráncalos de nuevo.
Descubriendo Finlandia 